Aquella mañana, Noemí y Máximo, paseaban tranquilamente por las calles de su barrio, hablando del programa de OVNI´s que acababan de ver en televisión. ‐ "Lo realmente asombroso ha sido al final, cuando dijeron que hay documentos que hablan de fenómenos OVNI´s desde el siglo XIX”, comentó Noemí. ‐ "Eso es una trola", dijo Máximo. –“ ¿Tú crees de verdad en esas cosas?". Noemí iba a contestarle cuando se escuchó un fuerte grito que procedía de la casa del entrenador Torres.
Cuando llegaron a la casa del entrenador, éste estaba mirando sus rosales destrozados y esparcidos por el suelo. – “Acabo de volver de unos encargo y mirar lo que me he encontrado”. ‐ "Es terrible", exclamó Noemí. ‐ "¿Quién ha podido hacer esta salvajada?".
El entrenador miró asqueado. ‐ "He tenido que dejar fuera del equipo a Luis, Fernando y Pepe, tres de mis mejores jugadores de fútbol, debido a las malas notas de clase y seguramente estarán muy enojados conmigo, pero las normas son las normas y primero son los estudios y luego el deporte".
Después de ayudar al entrenador a recoger las plantas, le comentaron que intentarían encontrar al culpable y se fueron comentando las últimas palabras del entrenador, según el cual las rosas la vio bien a las nueve de la mañana, sin embargo, poco después de diez fue cuando las encontró arrancadas, así que deberían comprobar quien no tenía cuartada entre las nueve y diez de esa mañana.
A Luis lo encontraron tomando un vaso de leche en la cafetería del barrio. Después de saludarse, Máximo le dijo que si le había sentado mal que le echaran del equipo de futbol, pero Luis le respondió que el entrenador no tenía otra opción que cumplir la normas y que la culpa había sido suya por haber descuidado las notas. Entonces Noemí le preguntó por dónde había estado toda la mañana. ‐ "He estado aquí desde las nueve", respondió Luís y se giró hacia la camarera que estaba detrás del mostrador. "¿No es verdad, Ana?". Después de que la camarera confirmara la afirmación de Luís, Noemí miró hacia la calle, justo frente a la cafetería estaba la casa de Pepe. – “Hasta pronto Luís, vamos a enterarnos lo que ha estado haciendo Pepe", se despidió Noemí.
‐ "¿Qué desean ustedes?", preguntó Pepe al abrir la puerta. ‐ "¿Podemos hablar con usted?", le respondió Máximo. ‐ "Claro, pasen al salón. He estado viendo la televisión" les dijo a la vez que apagaba el vídeo. – Si fueras tan amable nos podrías decir qué estabas haciendo entre las nueve y las diez de esta mañana", dijo Noemí. ‐ "Estaba aquí viendo un programa sobre OVNI's”. ‐ ¡Ah, sí yo también lo he visto, ha sido es un programa muy bueno!", dijo Noemí. – “¿Recuerdas cuando al final el hombre insistió en que hay gente que han visto OVNI´s desde hacía muchos años? ". ‐ "Sí," se rió Pepe. ‐ "Era un piloto de avión con un aspecto un tanto ridículo, pero es curioso que sólo se hayan producido casos de fenómenos OVNI´S desde 1945". – “Siento interrumpir tan interesante conversación", dijo Máximo, intentando no parecer aburrido. "Pero tenemos que irnos."
Desde allí se dirigieron al gimnasio donde trabajaba Fernán y efectivamente, lo
encontraron pedaleando en la bicicleta estática. ‐ "¡Eh!, ¿quieren unirse conmigo?,” les dijo. – “Es un ejercicio estupendo para mantener el cuerpo en forma". ‐ "Ahora no", contestó Máximo. ‐ "Nos preguntamos qué estabas haciendo de nueve a diez esta mañana". ‐ "Pues estaba justo aquí. Podéis comprobarlo mirando en el cuadrante de la entrada del gimnasio.
¿Por qué me lo queréis saber?", respondió, dejando de pedalear. ‐ "Sólo curiosidad", dijo Noemí con una sonrisa, mirando el cuadrante y comprobando que Fernán había firmado la entrada al gimnasio a las nueve y cinco de la mañana.
Cuando salieron a la calle Máximo comentó defraudado que todos tenían una coartada, sin embargo Noemí le cogió del brazo y le dijo: ‐ “Yo no estoy tan segura de eso".
¿Cuál fue el detalle que le permitió saber quien había mentido?. Para ayudarte a averiguarlo sigue estos consejos:
1.‐ Lee atentamente todo el texto.
2.‐ No des soluciones sin pensar si tiene lógica o no.
3.‐ No se trata de una juego de acertar, si no de razonar.
4.‐ Si no logras encontrar la solución vuelve a releer el caso.
Si aún no lo sabes contesta esta pregunta que te servirá de pista:
1.‐ ¿Qué años comprende el siglo XIX?
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La respuesta es:
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Si lo has logrado sin ayuda, eres un fenómeno, si no, no te desanimes en el próximo pon más atención y verás como lo consigues.
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